Imagino que todas las fotografías cuentan una historia, quizá unas nos estimulen, otras no capten nuestra atención e incluso otras nos aburran. Es importante lo que se cuenta y como se cuenta. No todos tenemos la misma empatía cuando observamos las imágenes que otros fabrican, pero creo que el «reportaje» forma un binomio perfecto con la fotografía, porque que tiene más recursos. El reportaje cuenta más cosas que la fotografía aislada o monotemática y de manera más global.
A mi personalmente siempre me ha motivado la fotografía de viajes, donde puedes contar «tú» historia del periplo efectuado, de lo que ha sucedido, de lo que ha llamado tu atención. Con frecuencia veo fotografías muy bellas que provocan en mi una pequeña reflexión, “que bonitas… pero qué comunes.”, en cierta medida no despiertan mi interés y casi me aburren porque están como muy vistas. También me pasa con las fotografías aisladas o inconexas, donde se aprecia un gran alarde de técnica fotográfica, pero que al concentrase todo en un única foto, la reflexión provocada es muy efímera. Son un poco pobres de contenido.
Sin embargo, donde se concentran las grandes historias es en el fotoperiodismo. El fotoperiodista nos muestra una historia hecha con imágenes, por lo que si se suman ambas cosas, una buena historia que contar y unas excelentes fotografías, el resultado es muy estimulante e invita a una reflexión mucho más profunda. Si además la historia tiene compromiso social, encima pone su granito de arena a la hora de intentar cambiar las cosas.
Es verdad que esta actividad requiere mucha preparación, esfuerzo y tiempo, por lo que sólo unos pocos pueden dedicarse a esto. Consumir este tipo de historias visuales nos permite disfrutar de aquello que tanto nos gusta y que por una razón u otra no tenemos posibilidades de vivirlo en primera persona.
En esa línea últimamente están emergiendo bastantes iniciativas que despiertan mi interés y que creo que puede ser una forma de hacer llegar este tipo de fotografía a más gente y con nuevas fórmulas mucho más atractivas. Una buena muestra de ello es la existencia de revistas online como Piel de Foto y 7.7, webs como Gea Photowords y Obtura (de reciente creación) y festivales como Photon Festival también recién salido del horno. En todos estos sitios se pueden encontrar interesantes historias que a mi modo de ver, hacen que la fotografía sea más completa y ponen de relieve que hay un público dispuesto a disfrutarlo.
