Últimamente me he visto cubriendo algún que otro evento y lo he hecho con la única finalidad de pasármelo bien y de paso asumir nuevos retos fotográficos. Primero fue un concierto de soul, después una travesía a nado, más tarde un desfile de moros y cristianos, después el Misteri d’Elx y finalmente la Nit d’Albà. Los reportajes son todo un estímulo, pero a diferencia de lo relajante que puede llegar a ser cuando uno va de paseo a ver que fotografía por ahí, los reportajes pueden llegar a estresar un poco. Hay una especie de guión que caracteriza el evento y has de estar atento. Es realmente emocionante, pues sabes que el tiempo transcurre y no puedes volver al día siguiente y repetir las fotografías. Has de aprovechar las oportunidades que se presentan. Te pones a prueba y eso te hacer crecer fotográficamente. La verdad es que en los próximo días me voy de vacaciones a la Toscana y estoy un poco saturado de tanto reportaje. Espero encontrar cierto equilibrio y relajarme haciendo fotos…pero paseando, sin más… 😉